¿Su empresa está llena de narcisistas? La jerarquía tiene la clave.
Las organizaciones horizontales están de moda. Las investigaciones han demostrado que reducir la jerarquía puede dar paso a empleados más satisfechos y una toma de decisiones más rápida; algunas empresas han concluido que estructuras más planas funcionarían mejor. Zappos, por ejemplo, se convirtió en una «holocracia» para facilitar a sus trabajadores actuar como emprendedores. De manera parecida, Treehouse eliminó los mánagers tras fijarse en que «la gente tenía ideas realmente geniales pero carecía de la autoridad para implementarlas».
Pero la jerarquía sí tiene sus méritos. Ayuda a las personas a aprender sobre las relaciones dentro de la organización y satisface una necesidad psicológica del orden. Además, las jerarquías rinden bien cuando el producto requiere coordinación.
Queríamos saber cómo podía condicionar una estructura jerárquica el tipo de talento que las empresas son capaces de atraer y retener. Nuestro próximo trabajo que se publicará en Social Psychological and Personality Science demuestra que las organizaciones verticales y las horizontales atraen a distintos tipos de trabajadores. Realizamos una serie de estudios para entender cómo el narcicismo –que incluye un exagerado sentido de la valía personal, pensar que se tiene derecho a diferentes beneficios y el deseo de autoridad– afecta a la preferencia organizativa de las personas.
En nuestras investigaciones, el nivel de narcicismo de la gente fue medido en función de su nivel de acuerdo o desacuerdo con una serie de afirmaciones como «Seré un éxito» y «Creo que soy especial». Entonces, los participantes contestaron preguntas sobre su deseo de trabajar en una organización jerárquica.
Nuestras investigaciones demuestran que las personas con rasgos narcisistas deseaban más trabajar en organizaciones verticales que aquellas menos narcisistas. ¿Por qué? Consideraban que rendirían bien y por tanto ascenderían. Sin embargo, tras obtener más información sobre una organización jerárquica en la que no se preveía la salida de ningún empleado de alto rango en un futuro próximo, las personas narcisistas tenían menos ganas de trabajar allí que sus compañeros menos narcisistas.
Por tanto, a los narcisistas les gustan las organizaciones jerárquicas porque creen que ascenderán hasta puestos altos y cosecharán estatus y poder. Les interesan menos las estructuras en las que existan pocas oportunidades para la movilidad ascendente. Lo mismo se aplica a las organizaciones más planas, donde existen menos puestos altos.
Esto representa un saber importante. Los CEO deberían reconocer que cambiar la estructura de una empresa modificará de forma consiguiente la bolsa de candidatosinteresados en formar parte de ella, además de su capacidad para retener a parte de los trabajadores actuales.
Por ejemplo, cambiar a una empresa más horizontal podría provocar la renuncia de algunos narcisistas. Podrían sentir que pierden oportunidades para ascender hasta puestos de poder y control sobre otros. Si la empresa se anuncia como una organización con una estructura más plana, la bolsa de solicitantes de empleo probablemente incluirá menos narcisistas. A la inversa, si la empresa se anuncia con una estructura claramente jerarquizada con muchas oportunidades de ascender, puede tener más posibilidades de atraer candidatos narcisistas.
Es importante que los ejecutivos entiendan cómo la estructura organizativa puede afectar el reclutamiento y la retención de empleados. Resulta más difícil saber qué dirección tomar. ¿Es bueno o malo tener empleados narcisistas?
Eso depende de su empresa. Cuando negocia con un cliente, ¿busca ganar la máxima cantidad de dinero posible, o también le preocupa mantener una buena relación? Los narcisistas ganan más durante las negociaciones, pero no caen bien a sus interlocutores. ¿Valora la creatividad? De ser así, podría ser buena idea contar con algunos narcisistas (no demasiados, tampoco pocos) porque los grupos generan ideas más creativas de esta manera. ¿Trabaja en una industria en la que se premie buscar el riesgo o una donde se valore la precaución? Los estudios sobre el trabajo de los CEO han demostrado que más líderes narcisistas muestran un sesgo mayor hacia la acción y la búsqueda agresiva de beneficios potenciales; prestan menos atención a mitigar los riesgos.
Aún queda mucho por aprender, incluso con estas nuevas pruebas sobre cómo la estructura de una empresa influye en las preferencias de las posibles incorporaciones. Nuestro trabajo demuestra que las personas narcisistas prefieren organizaciones jerárquicas. Entonces, ¿qué pasará si continúa la tendencia actual para incentivar empresas cada vez más planas y las jerarquías se vuelven cada vez más raras? Una consecuencia podría ser una concentración de narcisistas cada vez mayor en la bolsa de empleo de las empresas que sigan anunciando con orgullo su estructura vertical.
Por ahora, resulta práctico que los ejecutivos sepan que la estructura de una empresa afecta el tipo de persona que querrá trabajar en ella. Nuestras investigaciones subrayan la importancia de que los líderes evalúen cuidadosamente lo efectos que puede tener la estructura empresarial no sólo sobre el rendimiento y la satisfacción de sus trabajadores, sino también sobre el tipo de personas que serán esos empleados.
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